Melón con moscatel. Nada más simple

Nada hay tan sencillo como acertar con un producto natural y añadirle un sabor que le vaya muy bien, que maride de forma excelente y que le cambie el sabor, el olor y la calidad final, para convertirlo en algo diferente.

Este sería un ejemplo de lo más simple. Melón cortado en trozos pequeños y maridado dos horas con una chorrada de moscatel. Servir con un detalle verde para dale color. Perfecto, sabroso, diferente y simple.

Un truco para los que no gusten del alcohol es rebajar con agua el moscatel o con el caldo de las conservas de frutas. Se conserva gran parte del sabor, y lleva mucho menos alcohol.