Arte de cocina, pastelería, bizcochería y confitería

Este portada interior de un libro de cocina nos lleva casi má al mundo de la hechicería, del misterio, de los potajes con los que sanar, que a las comidas con las que sobrevivir o disfrutar de sus sabores y preparaciones. Era el año de 1611, que ya es mucho, y el cocinero Francisco Martínez Motiño lo era del Rey Felipe II.

Y con la mano abierta, enseñando los cinco sentidos que hay que poner en el trabajo de cocinero, nos decía que hay que estar bien despierto y trabajando. Libro clave de la cocina barroca española, del que se hicieron en su momento varias ediciones, es un ejemplo de cocina a rescatar para darle vueltas y actualizar platos ancestrales, de su “Arte de cocina, pastelería, bizcochería y confitería”.