Tortilla de patata guisada, con salsa de carabineros o gambones


Guisar una tortilla de patata tras haberla hecho, es una receta muy antigua aunque ahora se esté poniendo de moda otra vez. Era habitual guisarla con una salsa de tomate y pimientos de piquillo, guisarla en una salsa de tomate picante o con unos guisantes y unos trocitos pequeñitos de alguna verdura añadida, desde calabacín, hinojo o pimiento verde.

Pero ahora se está ofreciendo una variable muy simpática y gustosa. Una tortilla de patata guisada con posterioridad a que ya esté finalizada, con una salsa de carabineros o gambones.

Hay que hacer un fondo o sopa algo espesa de pescado con las cabezas de los carabineros o gambones (elegir según precio disponible para el plato). 

Quitamos cáscaras y cabezas y tras refreírlas junto a unas láminas de cebolla en una olla pequeña les añadimos agua para ponerlas a cocer. La carne del marisco la reservamos. Tras cocer unos 15 minutos y colar el caldo, ya tendremos el fondo de la salsa.

En una sartén del tamaño de la tortilla (que ya tendremos hecha con anterioridad) ponemos a freír un diente de ajo finamente picado y un poco de cebolla, cuando esté pochado, a fuego no muy fuerte, añadimos una cucharada sopera de salsa de tomate o de tomate frito de caja, y a continuación poner dos cucharadas soperas del fondo de pescado hecho antes. Revolver todo y poner encima la tortilla de patata cortada en ocho triángulos, pero manteniendo la forma de la tortilla. 

Por encima vertemos el fondo pescado que nos quede, justo hasta cubrir el tortilla. Dejamos cocer todo unos 5 a 10 minutos, tapando el conjunto. 

Cuando falte un minuto de cocción añadimos por encima la carne del marisco y dejamos que se haga con el calor residual y el minuto de cocción que falta.

Al fondo o sopa de pescado le podemos añadir también un poco de curry o un toque de picante si nos gustan los sabores un poco más potentes.