Pan excelente

Hubo años, décadas diría yo, en el que habíamos perdido la calidad en el pan y todo el que se vendía era soso, mal horneado, muy homogéneo en todas las tiendas y que no soportaba ni las 12 horas después de haber salido del horno.
Pero llegaron nuevas generaciones de panaderos, gente joven con ganas de innovar y de recuperar viejos sabores, y con ellos el pan de siempre y el nuevo, la variedad y la calidad.
Hoy tenemos una gran variedad de pan en nuestro país, España, y podemos disfrutar desde el clásico pan de barra, como el de la imagen que es una barra de kilo comprado en la panadería de La Peña en la provincia de Huesca, hasta un sin número de especialidades.
Curiosamente también las franquicias han mantenido una alta calidad, y ejemplos aragoneses como Panishop hoy repartidos por media España han repartido la calidad y la variedad, de una manera fácil y siempre recién hecho.
Panes con diferentes harinas, con ingredientes nuevos, con viejas recetas repescadas. Esperemos que ya nunca más las guerras del pan traigan un empobrecimiento de un producto tan sencillo pero tan inmenso en la mesa occidental.
Y recuerden que no es muy complicado jugar a hacerlo en casa. Es muy posible.